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Póster 6: Indicadores sencillos

No se requiere educación universitaria para comprender que la pesca de las crías de peces que no han sido capaces de crecer a un tamaño que les permita reproducirse al menos una vez, no puede ser sostenible. Pero ¿cómo sabemos si tenemos un pez bebé delante de nosotros en la red o en el mercado?

Gracias a FishBase se puede buscar el tamaño mínimo "de primera madurez" para todos los peces utilizados por los seres humanos y para toda la gama de las temperaturas en que estos viven, y que influye en cómo crecen. No todo el mundo sabe todavía acerca de FishBase o tiene acceso a Internet todo el tiempo.

Gracias al proyecto de investigación internacional INCOFISH, pósteres y reglas para los peces comunes se han desarrollado y difundido en varios países para ayudar a la gente a identificar esta longitud mínima, incluso si no hay acceso a Internet. Una selección de éstas se muestra aquí - tales actividades han sido particularmente apoyadas en el Perú y ampliadas en Alemania gracias a una campaña en los medios de una agencia de protección de los consumidores, utilizando los resultados de la investigación.

Las guías alimentarias son otra herramienta diseñada para ayudar a los consumidores a distinguir si el pescado que están comprando en el mercado o que figura en el menú de un restaurante se obtiene de las prácticas de pesca sostenible o está en peligro según la lista roja de la UICN y la CITES (CITES prohibe el comercio internacional en especies menazadas).

Las guías alimentarias se están difundiendo ampliamente en Norteamérica y Europa, por ejemplo, a través de teléfonos móviles e Internet. Queda mucho por hacer para la reconstrucción de ecosistemas degradados, pero la elección del consumidor puede ayudar también.

Aún cuando pasan por desapercibidos hay otros importantes factores económicos que también influyen. Estos has sido descritos y analizados por Rashid Sumaila y otros, por ejemplo, comportamiento económico que toma demasiado del futuro, tomando pequeños beneficios ahora a expensas de las prestaciones futuras, e incluso poniendo en peligro la productividad de los ecosistemas.

En pocas palabras, es como sigue:

  • Cuando tomamos demasiado y peces muy pequeños del mar, en realidad estamos tomando un pequeño beneficio hoy, porque no esperamos a que los peces crezcan un poco más para producir un beneficio mucho mayor.

  • Los economistas llaman este proceder como tasa de descuento. Es como un tipo de interés negativo sobre el capital para cosechar en el futuro. Si usamos una tasa de descuento alta, tiene sentido no esperar y obtener una ganancia mucho menor pero inmediata. Por el contrario, si la tasa de descuento es baja, tiene sentido invertir a largo plazo en el futuro.

  • Al invertir en la educación y el bienestar de nuestros niños hoy y durante muchos años, lo hacemos incluso si no obtenemos un gran valor material de ello. Sin embargo, podemos limitar nuestro consumo de hoy para que nuestros hijos puedan vivir bien mañana porque, como padres, nosotros no podemos contar con los ingresos futuros de nuestros hijos como propios.

En grandes espacios públicos como el mar, los agentes económicos pueden tentarse de forma irresistible para la sobreexplotación, sobre todo si los intereses bancarios (el 'otro lado de la moneda 'de los descuentos) son muy superiores a la capacidad intrínseca de la naturaleza para la renovación. En esas zonas del mundo, es particularmente importante crear grandes áreas marinas protegidas (AMP) como una póliza de seguro para los beneficios futuros. Los mapas del mundo compararan las dos zonas marinas protegidas especialmente importantes, donde las tasas de descuento se encuentran en la naranja a rojo (Sumaila, 2009).

Otros factores entran en juego también. Cuando los gobiernos entregan subsidios para bajar el costo del combustible y la construcción de barcos y aumentan la eficiencia hacen posibles operaciones de pesca que van más allá de lo que sabemos que los ecosistemas pueden soportar de forma sostenible.

 

 

 

Estas subvenciones han sido estimadas por el Banco Mundial en 11 mil millones dólares EE.UU. / año en Asia, 5 mil millones dólares EE.UU. en Europa y 4,5 mil millones dólares EE.UU. en América Latina y el Caribe. No todos los subsidios son malos. Las excepciones son aquellas que aumentan la seguridad en el mar o ayudan a los pescadores o de sus hijos a encontrar otro empleo significativo y reducir la pesca.

Todo esto viene a demostrar que la elección del consumidor puede ser importante, pero por sí solo no puede resolver estos problemas más profundos.

 

Fuente del análisis: Sumaila, U.R., 2009. Economics for sustainable oceans: Science for empowering solutions. Presentación en la Conferencia UE sobre Sostenibilidad, 27 de mayo de 2009, Bruselas, Bélgica.