Esta interesante conferencia organizada por Seas At Risk en Bruselas, el 5 de febrero de 2020, puso todo el énfasis en lo que conviene hacer con urgencia: implementando la acción! Existe un abismo entre discurso y acción, incluso entre la legislación que se supone debe promulgarse, pero que regularmente se ignora, sin consecuencias por igual para los perpetradores en los altos cargos y en las agencias de implementación. El consorcio que apoyó la conferencia había elaborado un Manifiesto Azul de una implementación de hoja de ruta entre ahora y 2030 para cumplir los compromisos.
El día comenzó con una serie de llamadas a "despertar". Encajó bien la atmósfera de combinar las ciencias y las artes en una cultura del cuidado que impregnó la conferencia y se hizo visible en el uso y decoración de los espacios. La primera sesión contó con Monica Verbeek, directora ejecutiva de Seas At Risk, Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente en Copenhague, el profesor S. Fletscher de la Universidad de Portsmouth y presidente del Panel de Recursos Internacionales de la ONU y Easkey Britton, científico social marino, surfista y miembro del proyecto SOPHIE Horizon2020.
Hasta ahora hay poca evidencia de contraste con los muy preocupantes indicadores que juntos apuntan en la dirección equivocada, a pesar de algunas mejoras puntuales. La huella humana del uso de recursos naturales está creciendo rápidamente y el continuo crecimiento demográfico tampoco la está frenando.
En lugar de repetir más los números extremadamente preocupantes, la mayoría de los oradores en la conferencia se centraron en cómo abordar la brecha de implementación: cómo finalmente hacer, lo que se ha prometido desde hace mucho tiempo, antes de que sea demasiado tarde. Debe ser una prioridad máxima evitar los puntos de inflexión con impactos irreversibles y aquellos fuertemente conectados con otros dentro de los sistemas climáticos y de recursos.
Jóvenes en prácticas de España, Irlanda y Croacia ilustraron lo importante que era, perseverar y seguir conectando con los ciudadanos afectados y sus organizaciones en la búsqueda de la protección del medio ambiente local, ya sea en el mar o en la tierra. Había sido importante en estas luchas, el establecimiento de relaciones de confianza entre los diferentes grupos involucrados. Éstos actuaban en la protección de la naturaleza, la defensa de los medios de vida locales y la búsqueda de posibles aliados e intermediarios útiles. Si las protestas públicas fueron insuficientes y se tuvo que tomar la ruta legal, los costos pueden ser muy elevados a menos que estén respaldados por la financiación colectiva o abogados favorables.
El último panel de la mañana incluyó a Claire Nouvian, fundadora y presidenta de la junta directiva de Bloom, que no disimuló su desconfianza en hábiles discursos políticos, que sonaran bien, ataban las energías de los activistas, pero no condujeron a ninguna implementación de las medidas acordadas desde hace tiempo, para protección del clima y los océanos. Se sintió particularmente agravada por la votación del Parlamento Europeo para continuar con los subsidios pesqueros dañinos, por la violación de la prohibición de 2004. Eso fue una bofetada a los esfuerzos para finalmente eliminarlos a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC), fecha límite 2020.
Lola Segers, activista climática de Youth for Climate Belgium, enumeró sus actividades de campaña prolongadas, pero admitió que la mayoría de los políticos no participaban seriamente y que se necesitaría nuevas formas de acción para mantener a los jóvenes movilizados.
Liam Geary Baulch, artista y activista de Extinction Rebellion, todavía cree que pedir a los ciudadanos que se comprometan con el amor y el cuidado de la Tierra, enfrentando el dolor de las extinciones de animales y plantas, es una vía viable para aumentar la movilización, especialmente si la cobertura de los medios es adecuada.
Peter Thomson, enviado especial para el océano del secretario general de la ONU, António Guterres, habló con los participantes de la conferencia en un mensaje de video justo después del almuerzo. Recordó a todos de nuevo sobre la próxima Conferencia Oceánica de la ONU en Lisboa en junio, donde esperaba compromisos más ambiciosos para implementar el ODS 14 y volver a ganar el terreno perdido por la falta de acción en los primeros cinco años desde 2015.
Sus principales objetivos son: detener por completo el plástico de un solo uso; proteger el 30% del océano de la explotación llevando las actuales negociaciones de la ONU a una conclusión exitosa, avanzar con la planificación espacial marina para la reducción de conflictos y - muchos participantes, incluido Mundus maris, habrían agregado: ¡eliminar gradualmente la nueva exploración de petróleo y gas! Pero estos parecen estar aumentando frenéticamente. La aceleración de la sobreexplotación a menudo se puede observar antes de que los acuerdos internacionales entren en vigor y luego solo manejen los tristes remanentes.
Tras esta llamada a la acción, los participantes empezaron a entablar en pequenos grupos conversaciones sobre seis desafíos en cada uno de los cuatro talleres:
1. Comunicación al público en general sobre emergencias oceánicas
2. Abordar los obstáculos a la gobernanza
3. Aplicación del derecho del mar
4. Redirigir los flujos financieros para apoyar la conservación y restauración de los océanos, en lugar de actividades que dañen el océano
5. Superar patrones de producción y consumo insostenibles
6. Abordar los aspectos sociales de la transición hacia un océano saludable.
Los participantes de Mundus maris, Patricia Morales y Cornelia E Nauen, se centraron en el desafío cuatro. Cornelia resumió las conclusiones del grupo para los otros participantes del taller. Todos los resultados clave de las discusiones del desafío en los talleres se registraron gráficamente y luego se presentaron nuevamente a todos.
Virginijus Sinkevičius, miembro de la Comisión Europea, responsable de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, acogió con cautela el Manifiesto Azul. Dijo que estaba abogando por que el 30% del próximo presupuesto a medio plazo de 2021 a 2027, se asignara para financiar la neutralidad climática en Europa.
A continuación, se llamó al estado a un grupo de altos responsables de la formulación de políticas para que se posicionaran en relación con las demandas y la hoja de ruta concreta presentada en el Manifiesto Azul, para la acción apoyada por un gran número de organizaciones de la sociedad civil y otras. Fueron Hans Bruyninckx de la AEMA, Heike Imhoff, Director de Asuntos Marinos en el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania, Pascal Lamy, exjefe de la OMC, actual Presidente de la Junta de Misión para 'Océanos, mares, costas saludables y aguas interiores ', Bernhard Friess, director general interino de la DG MARE y Monica Verbeek.
El tono general fue muy prudente ya que las negociaciones presupuestarias clave aún estaban cercanas. Una reinterpretación del impulso de inversión industrial que parece atravesar el "Green Deal" de la presidenta von der Leyen podría dejar cierto espacio para la protección de la naturaleza. Incluso para los observadores inexpertos estaba claro que el medio ambiente seguía siendo el pariente pobre apenas admitido en la mesa principal. Eso dio una idea de cuánta más movilización pública se necesita para hacer realidad la implementación de las leyes y compromisos existentes.
Para evitar dejar a la audiencia deprimida, la última sesión se dedicó completamente a profesionales con un historial demostrado de tocar a millones con las historias de la urgencia de la protección de los océanos y la biodiversidad.
James Honeyborne, productor ejecutivo de Blue Planet II, Jonathan Smith, productor y Nicola Brown, productor de Impact permitieron vislumbrar la realización de la película. El primer principio es entretener e involucrar emocionalmente a los espectadores. Solo cuando los espectadores están bien comprometidos pueden enfrentarse a las dificultades de proteger el océano. Y solo cuando realmente les importe, los espectadores estarán preparados para actuar por sí mismos. Cómo llegar a este punto pasó no solo por más de mil horas de metraje submarino, sino también por la forma creativa en la que los nuevos equipos de filmación habían permitido transportar a los espectadores al mundo natural como nunca antes. Acompañado por una inteligente campaña en las redes sociales, el número de seguidores se disparó en unos días a 28 millones. ¡Guauu! Quién no ha visto Blue Planet II.
Un tipo de narración muy diferente cerró ese día de trabajo antes de la fiesta: Rik de Droominee, artista de la palabra hablada. Vale la pena celebrar 30 años de Seas At Risk. Queda mucho trabajo por delante para implementar el Manifiesto Azul (Blue Manifesto) en los próximos 10 años. Remanguese y forme un equipo. No es fácil, pero puede y debe hacerse.
Fotos de CE Nauen; traducción por Marianne Braun Richter y Elena Bondín.
En el vestíbulo de entrada y en todo el lugar de la conferencia se expuso junto con otras obras de arte “The Damaged Beauty of Water”, una producción colectiva bajo la dirección del artista Massoud Lari de Ateliers Créatifs du Chant d'Oiseau.