25 de septiembre de 2020. ¡No más de 1.5oC de aumento máximo! - sólo en unos 480 pueblos y ciudades de Alemania, los “Viernes para un futuro” (Fridays for Future) convocaron a huelgas y manifestaciones para pedir medidas inmediatas de protección del clima, manteniendo el distanciamiento necesario entre manifestantes y con las máscaras faciales obligatorias – corona obligados. Mundus maris estuvo en la manifestación de Dusseldorf, frente al edificio del Parlamento, para enfatizar que la protección del clima y la de los océanos van de la mano.
Pese al tiempo parcialmente lluvioso, unas 200.000 personas de todas las edades se volcaron a las calles: 21 000 en Berlín, 16 000 en Hamburgo y 10 000 en Colonia. Siguieron al dinámico llamado de los jóvenes organizadores de Fridays for Future para demostrar que no están dispuestos a esperar hasta 2038 para abandonar los combustibles fósiles por completo y reemplazarlos por energías renovables, como ha aceptado el gobierno. De hecho, un estudio reciente muestra que el suministro de energía ya podría haber sido completamente cubierto con fuentes renovables si el gobierno y, en particular, el ministerio de economía dirigido por los demócratas cristianos dejara de poner obstáculos en el camino hacia una transición más acelerada.
La buena noticia es que las implacables protestas de los ciudadanos están empezando a ser escuchadas, y a obligar al gobierno y a las empresas a señalar la voluntad de moverse.
Una vez más, los participantes de las protestas mostraron creatividad en la forma de expresar sus demandas para una acción más rápida, a la vez que mostraron la amplitud y el ancho del movimiento. Fridays for Future ha logrado nuevamente organizarse con notable eficiencia en varios lugares, con una diversa mezcla de respuestas por parte de los participantes.
Particularmente, los trabajadores del sector de salud subrayaron que el cambio climático representa una amenaza para un sistema sanitario que funcione. A su vez, las abuelas (Omas for Future) reclamaron derechos para sus hijos y nietos. Los manifestantes de mediana edad apelaron a la razón al subrayar que el cambio climático afectaba a y era la preocupación de todos.
Muchos habían venido con sus biciclos para reclamar prioridad para una movilidad respetuosa con el clima, con más espacio para las bicicletas y un mejor transporte público que reduzca la necesidad del tráfico individual de automóviles, el mayor contaminador y asesino climático en la ciudad que no está mostrando ninguna reducción de emisiones de CO2, dado que todavía cada vez más SUV están siendo empujados al mercado.
¡La demanda central para el gobierno - una política climática que merezca su nombre! ¡Ahora!
Manifestantes frente al edificio del Parlamento y en las calles de Dusseldorf, el 25 de septiembre de 2020. ¡Un gran agradecimiento a todos los que hicieron de las manifestaciones un éxito!