Los lectores recordarán el lanzamiento de la academia de pesca en pequeña escala (PPE) en Senegal a fines de 2018 como una contribución concreta a la implementación de las Directrices PPE. Un numeroso grupo de hombres y mujeres de todos los segmentos del sector y de todas las regiones del país, administradores y académicos habían asegurado una adhesión amplia a la idea, desarrollando recomendaciones para las actividades. El siguiente paso
fue el establecimiento del primer Comité de la Iniciativa, el 24 de marzo de 2019. Desde entonces, las actividades piloto para las pruebas metodológicas y el desarrollo del plan de estudios comenzaron a tiempo para el Día Mundial del Océano, el 8 de junio de 2019. Se realizaron visitas a comités locales que apoyan los primeros ensayos en Yoff y Hann. Ambas aldeas pesqueras son bastante diferentes en cuanto a los tipos de pesca y organización social para proporcionar un buen terreno de aprendizaje.
Introducción
La academia PPE está destinada a servir como plataforma segura de múltiples actores para intercambios libres y respetuosos, coaprendizaje y coproducción de conocimientos e innovaciones para la protección marina, el uso sostenible de los recursos marinos y costeros y la pesca artesanal sostenible y próspera. La Academia se presenta como una oportunidad para articular los Objetivos de Desarrollo Sostenible Global (ODS) y la acción local que respeta las expectativas de las poblaciones interesadas. En un mundo de mercados globalizados, el cambio climático y otros desafíos, reunir diferentes fuentes de conocimiento y perspectivas abre nuevas oportunidades para la acción colectiva para mantener o adquirir una buena calidad de vida y vivir en armonía con la naturaleza. Con este fin, Mundus maris ha apoyado los primeros pasos de desarrollo de la academia con la prueba de los métodos de capacitación visual participativa.
Las Directrices PPE (FAO 2018a) proporcionan orientación sobre el desarrollo y la implementación de políticas, legislación y marcos legales e institucionales para la sostenibilidad de la pesca a pequeña escala a nivel social, económico y ambiental. El Banco Mundial asume que de los 120 millones de personas que trabajan a nivel mundial en varios segmentos de la pesca y la acuicultura, el 97% está activo en la pesca a pequeña escala y aproximadamente el 50% de todas las personas empleadas o unos 56 millones son mujeres.
En Senegal, la política sectorial para el desarrollo de la pesca y la acuicultura durante el período 2016-2022 y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático para la Pesca y la Acuicultura (PNA-Pesca) se inspiran un enfoque basado en los principios rectores y las recomendaciones de las Directrices PPE. Reconocen el papel clave de las mujeres en la pesca a pequeña escala y la necesidad de su trato preferente para lograr ingresos equitativos.
Las directrices PPE reconocen las principales contribuciones de las mujeres a la economía del hogar (capítulo 4) de la siguiente manera:
- Trabajo doméstico, como los quehaceres domésticos (como cocinar y limpiar) y cuidado - incluyendo no solo cuidado de niños, sino también cuidado de enfermos y ancianos, lo que puede implicar hasta cuatro horas adicionales de trabajo diario (Montfort, 2015);
-
Trabajo previo a la cosecha, incluida la recolección y preparación de cebos, reparación de redes, preparación de alimentos para viajes de pesca, y contabilidad y teneduría de libros;
-
Trabajo posterior a la cosecha, incluido el trabajo a domicilio, como limpiar, clasificar o procesar pescado.
Con frecuencia, estas contribuciones no se reconocen y se consideran extensiones simples de las tareas domésticas. Raramente son remunerados adecuadamente. Las condiciones de trabajo decentes a menudo no están garantizadas. Se cree que la violencia doméstica es un problema más generalizado de lo que el público reconoció. El Capítulo 6 de las Directrices PPE recomienda respuestas institucionales para erradicar en tales abusos.
En el espacio comunitario, las mujeres suelen realizar la mayoría de sus actividades relacionadas con la cultura y sus necesidades de ingresos (capítulo 3 de las Directrices PPE) requieren:
-
Trabajos previos a la cosecha, como la recolección y preparación de cebos, reparación de redes y reparación de canoas y otras embarcaciones. Estas formas de trabajo no se reflejan en las estadísticas sociales;
-
Cosecha: cuando se combina con el sector de la pesca y la acuicultura, alrededor del 19 por ciento de la cosecha es de mujeres (FAO, 2018b). En la mayoría de las áreas, las actividades de cosecha de las mujeres son una fuente esencial de alimentos y nutrición para sus familias, así como para sus ingresos;
-
Trabajo posterior a la cosecha: las mujeres en la pesca a pequeña escala trabajan principalmente en el sector posterior a la cosecha en una variedad de roles: venta y comercialización de pescado, procesamiento de pescado (salado, secado, desescamado y ahumado) o clasificación de desechos en los sitios de desembarque.
En general, las mujeres tampoco reciben un trato equitativo en estas actividades generadoras de ingresos. Algunas reglas sociales legales, religiosas o tradicionales de las comunidades pueden mantener tal discriminación.
Sin embargo, las estructuras y prácticas, no son inamovibles; ceden ante la presión y las circunstancias cambiantes y evolucionan con el tiempo. Tal manifestación de desigualdad de género también ha cambiado de un momento histórico a otro. Por lo tanto, las leyes, políticas, costumbres y prácticas discriminatorias pueden ser impugnadas. Todos los conciertos institucionales que constituyen una sociedad, desde el matrimonio y la familia hasta la gobernanza en diferentes niveles (así como las prácticas institucionales resultantes) pueden estar sujetos a escrutinio y transformación con miras a eliminar las desigualdades de género (ODS 5). Esta idea está en el corazón del concepto de incorporación de la perspectiva de género en todas las iniciativas y decisiones políticas, y la Academia PPE como una iniciativa de apoyo para la implementación de las directrices, que abordan la igualdad de género en el capítulo 8 con más detalle.
En este contexto, en Yoff y Hann se realizaron las dos primeras pruebas de métodos de capacitación que ayudan a hombres y mujeres a articular mejor sus aspiraciones, necesidades, limitaciones y oportunidades para el éxito de colaboración.
Se toman bocetos del video de la FAO sobre la dimensión de género de las Directrices PPE y representan actividades típicas. Éstas cuestionan los desequilibrios de poder y describen las ventajas de la participación equitativa de mujeres y hombres que aportan habilidades y visiones complementarias a la pesca a pequeña escala próspera.