Una amplia coalición de organizaciones locales de Senegal pide al nuevo gobierno que adopte medidas decisivas para mejorar las condiciones de vida de su población. Una marcha silenciosa exigió un esfuerzo nacional para ayudar a los jóvenes a permanecer en el país y construir un futuro mejor. Mundus maris expresa su solidaridad con las familias afectadas en Senegal y en otros lugares. Apoya el llamamiento de la coalición a un mayor compromiso del gobierno, los profesionales y la sociedad civil para detener el éxodo e invertir en capital humano, instituciones y condiciones dignas de trabajo.
Un factor clave de la migración es el colapso de la pesca local, donde la sobrepesca por parte sobretodo de buques industriales pero también por piraguas artesanales ha diezmado los recursos. Los jóvenes ya no encuentran medios de vida estables en el sector pesquero, y la desinformación sobre las oportunidades en el extranjero agrava el problema. La crisis de la pesca artesanal afecta especialmente a las mujeres, ya que muchas dependen de la venta de pescado para mantener a sus familias. Las soluciones deben incluir la recuperación de las poblaciones de peces y dar a los pescadores locales acceso prioritario a los recursos, junto con educación técnica para ayudar a la generación más joven a adaptarse y prosperar.
«Barcelona ou la mort!» “Barcelona o muerte” era ya la mentalidad de muchos jóvenes que partían en rutas de emigración organizadas desde Thiaroye-sur-mer en piraguas tradicionales, barcos de pesca abiertos, rumbo a las Islas Canarias, a casi 1.500 kilómetros de distancia en 2020. Mientras tanto, estos han pasado de ser un goteo a un nuevo tsunami de jóvenes en su mayoría no solo de Senegal, sino también de otros países del Sahel con situaciones políticas y de seguridad inestables. Ahora parten de los principales lugares de desembarque de pescado de Senegal, Kayar, Mbour, Joal.
Los pescadores experimentados capitaneaban los barcos y, a menudo, conseguían llevar a salvo su carga humana a través del peligroso viaje marítimo de unos 1.500 kilómetros. Pero esto ya no es siempre así. La determinación de irse a toda costa se ve alimentada también por los mensajes de WhatsApp de emigrantes que han conseguido poner un pie en suelo europeo y recibir alojamiento básico, comida y otras ayudas. Alimentan la ilusión de una vida fácil en otro lugar.
¿Qué es lo que está provocando el actual aumento del éxodo desde Senegal? La terrible situación de los recursos sobreexplotados, que se reducen además a harina de pescado para alimentar a peces carnívoros de lujo en la acuicultura industrial de Noruega, China y otros lugares, en lugar de alimentar a personas con ingresos modestos, es un factor que contribuye en gran medida. La reducción de los desembarques de pescado para su venta a las mujeres locales que procesan y comercian pescado significa un colapso de los ingresos obtenidos para alimentar a las familias y mantener a los niños en la escuela. La pauperización afecta especialmente a las mujeres, que son las que sostienen la familia. En Senegal, todos los gobiernos hasta ahora les han negado el reconocimiento de su condición profesional, negándoles así el acceso a los servicios sociales, los seguros y la educación técnica.
Se trata de una espiral descendente de sobrecapacidad masiva de los buques pesqueros industriales y de los pescadores artesanales locales que ha reducido los recursos en una carrera hacia el abismo en la que cada vez se capturan más peces jóvenes para la producción de harina de pescado, lo que socava la producción alimentaria del futuro. Esto significa que la pesca artesanal ya no puede absorber a los jóvenes trabajadores que ya no encuentran trabajo en la agricultura.
La falta de perspectivas sociales y económicas en el país es un factor clave, a lo que se suma la falta de oportunidades y seguridad en los países vecinos del Sahel, como Malí, Burkina Faso y Níger, que ahora están gobernados por juntas militares tras derrocar a gobiernos electos.
El reciente aumento de las salidas irregulares desde distintas playas senegalesas significa que hasta 150 personas se amontonan en una piragua, a menudo sin un capitán experimentado y sin suficientes provisiones a bordo. A diferencia de las condiciones más tranquilas durante los meses de invierno del norte, el mar puede estar bastante agitado. Cada vez más barcos naufragan y el número de muertos aumenta. Muchas familias lamentan la pérdida de miembros jóvenes de la familia. Hace unos 10 días se recuperaron unos 35 cadáveres de una piragua volcada frente a Mbour y es probable que más de 100 personas se hayan ahogado, pero no se han encontrado. Hoy, la mayoría de las personas que viajaban en una piragua cerca de la isla de El Hierro en las Islas Canarias se ahogaron antes de poder ser rescatadas.
Mundus maris expresa su solidaridad con las familias afectadas en Senegal y otros países. Apoya las demandas de la amplia coalición social para priorizar soluciones sostenibles en la pesca y más allá. Un diálogo nacional que involucre a los jóvenes, las mujeres y los más vulnerables, con el apoyo de socios internacionales, es clave para revertir la tendencia destructiva actual. Se trata de gestionar la pesca para la recuperación y obtener más beneficios locales, invertir en las personas, mejorar la educación para crear más oportunidades fuera de la pesca, instituciones que funcionen y un futuro digno para todos.
29/09/2024