El Día Mundial del Océano con la Escuela Kawabata Yasunari en Hann, Senegal
La colaboración con Mundus maris a través de los distintos Días Mundiales de los Océanos ya se ha convertido casi en una tradición para la escuela Kawabata Yasunari de Hann, Senegal. El director, Baila Wane, optó por una excursión de 30 alumnos a la playa de Hann Bel Air, y concretamente a las inmediaciones donde las aguas de Dakar y el puerto desembocan en la bahía de Hann. Desde el punto de vista educativo, la experiencia directa genera una mayor comprensión de los efectos que la lectura de un libro en clase. Además, muchos alumnos provienen de familias adineradas de zonas residenciales y, por lo tanto, a menudo no están expuestos a la contaminación que sufre a diario la población de la zona de Perchi de la ciudad. Así, el alquiler de un autobús el 10 de junio para llevar a toda la clase a la playa de Hann Bay fue una variación apreciada respecto al estudio ordinario «intra-muros», con el acompañamiento de otros dos profesores, el Sr. Dème y la Sra. Mbaye.
La lección en la playa se centró en la contaminación omnipresente y otras amenazas a la salud del océano y de los ciudadanos. No sólo había grandes cantidades de bolsas de plástico y otros artículos ensuciados en la playa, sino que el Sr. Wane también explicó cómo el plástico degradado que llegaba a la cadena alimentaria del océano regresaba a cada pescado de nuestros platos. También expuso el problema de la extracción de arena para la construcción de viviendas, que también podría provocar la erosión de las viviendas construidas cerca del nivel del agua.
Después de más explicaciones y preguntas, se pidió a los estudiantes más interesados que escribieran en sus cuadernos todas sus observaciones sobre las condiciones de la playa para llevar un registro de los problemas que habían identificado y también agregar algunas sugerencias para superarlos.
De vuelta al colegio, al finalizar la excursión, los profesores organizaron una sesión resumida para los alumnos. En su opinión, de este resumen se desprenden resultados interesantes, de acuerdo con la metodología utilizada por el equipo que supervisó la excursión y fijó sus objetivos. Los beneficios fueron de diversa índole:
En primer lugar, la gran mayoría de los estudiantes, procedentes del barrio Marist donde se encuentra la escuela, quedaron muy conmovidos por lo que vieron. En particular, se sorprendieron al ver que hay niños de su edad, como ellos, que viven día tras día en estas condiciones ambientales completamente inaceptables. Esta fue la primera sensación que surgió.
En segundo lugar, el ejercicio presencial también incluyó una fase de información sobre las causas de la contaminación, sus consecuencias y las soluciones previstas. El ejercicio se realizó a partir de una hoja elaborada y distribuida previamente a los estudiantes. Los tres principales contaminadores enumerados son (a) familias que residen en la Bahía de Hann, (b) industrias que descargan desde la capital, Dakar, y (c) la Sociedad de Industrias Animales de Senegal (SERAS).
En tercer lugar, como ya se hizo con las consecuencias de la contaminación, los alumnos también discutieron la escasez de oxígeno en el hábitat de los peces, su escasez y la crisis de la pesca. Los participantes en la visita de campo a la Bahía de Hann pudieron así establecer por primera vez un vínculo entre la crisis de la pesca artesanal, la degradación de los ecosistemas y la emigración de quienes optan por afrontar un peligroso viaje en piraguas para llegar a Europa. También informaron sobre los efectos ambientales de la extracción de arena de mar para la construcción. Los adultos afectados explicaron durante la excursión las observaciones realizadas por los estudiantes sobre el terreno, donde las casas fueron arrasadas por el aumento del nivel del mar.
Cuarto punto: al menos han insinuado planes para limpiar Hann Bay con la esperanza de devolverle al menos parcialmente su antiguo esplendor.
En opinión del director Wane y de los profesores Mbaye y Dème, la excursión educativa fue un gran éxito. De hecho, es la primera vez en colaboración con Mundus maris que esta escuela organiza un viaje educativo sobre el tema de la contaminación con 30 alumnos. Los sentimientos expresados por los estudiantes al regresar a clases demuestran que se ha logrado tomar conciencia sobre el flagelo. Los docentes valoran la expresión de solidaridad hacia sus compañeros que sufren la contaminación como uno de los beneficios más importantes. La limpieza de la bahía también ocupó los titulares internacionales.
No hay nada que se compare con la combinación del conocimiento fáctico con la expresión artística y la cercanía al mar, fiel al lema de las Naciones Unidas de este año para el Día Mundial del Océano: "Despertar nuevas profundidades".
Los estudiantes registran sus observaciones. | No hay basura que se escape en la playa. |
Tras expresar su satisfacción por la colaboración con Mundus maris y los beneficios de la excursión, los profesores quisieron dar algunas recomendaciones para continuar esta colaboración. Para producir resultados aún más tangibles plantearon propuestas que giran en torno a tres ejes:
Primero: los profesores insistieron fuertemente en la necesidad de compartir iniciativas con Mundus maris no sólo una vez al año. Creen que la contaminación marina es una plaga que debe abordarse de forma más concreta a lo largo del curso escolar. También porque el Día Mundial del Océano coincide con el difícil período de preparación para las pruebas y controles de nivel antes de los exámenes de fin de año.
Segundo: expresaron la necesidad de materiales educativos como carteles o videos centrados en el funcionamiento de los océanos y, en particular, en sus vínculos con la pesca artesanal en general y la contaminación de los océanos (y los factores y consecuencias sociales relacionados).
Finalmente, en tercer lugar: la escuela Kawabata Yasunari desea verificar con Mundus maris la posibilidad de desempeñar un papel de liderazgo a nivel del municipio de Hann Bel Air, reuniendo gradualmente a las demás instituciones educativas de la localidad en una red capaz de orientar este tipo de de intervención hacia una iniciativa en curso. Nos gustaría estudiar la viabilidad de esta ambición con Mundus maris, concretamente a través de una declaración de intenciones y creando las condiciones para la creación de esta red que inicie una colaboración más regular con otras escuelas.